Mis miniesculturas son fragmentos de historias, pequeños recipientes que guardan alegrías, nostalgias, deseos, amores y recuerdos.

Encargar una pieza personalizada es un proceso único. Hay algo profundamente sagrado en capturar un momento especial en miniatura, y quiero que te sumerjas conmigo en esa experiencia.

Creo en la importancia de que existan obras hechas a mano, nacidas del fuego sagrado del ser humano que busca superarse en cada creación. Cada forma, cada detalle, lleva la energía que se imprime en la pieza y la vuelve irrepetible.

Dentro de una cápsula, todo es posible.